El caso de Enzo Maidana resume y realza el valor de defender nuestros derechos. Bajo el asesoramiento de la doctora Stella Maris Juncos –abogada de Futbolistas Argentinos Agremiados e integrante del área legal de FIFPRO Sudamérica-, el delantero argentino reclamó ante la FIFA una deuda que el club Aurora de Bolivia mantenía con él. El positivo final de la historia (logramos el cierre transitorio del registro de incorporaciones para el club, hasta que abonara, y el pago de lo adeudado al futbolista) hizo justicia y, a modo de mensaje para colegas suyos que pueden estar atravesando por situaciones similares, nos pareció valioso escuchar y compartir el testimonio de Maidana, quien así contó los pasos que lo llevaron a percibir lo que le correspondía…
- “Por inexperiencia o por falta de asesoramiento, ya me había pasado que en Venezuela y en otro club de Bolivia quedaran sin pagarme algún sueldo, y esta vez me fijé la idea de que eso no se repitiera. Un compañero me aconsejó que consultara a la doctora Juncos y eso fue lo mejor que me pasó. Se lo comenté a Sergio Marchi cuando hablamos recientemente: si conocía antes a Stella, no hubiera regalado nada. En definitiva, ella me explicó lo que necesitaba, los pasos a seguir y ahí arrancó el intercambio de escritos con el club, hasta que se entabló el reclamo ante la FIFA y unos meses después salió el fallo favorable de la demanda. La sentencia me permitió cobrar los cuatro sueldos que me debían, pero lo que rescato es el apoyo que recibí para que todo llegara a buen puerto. Por eso les digo a mis colegas que, en estos casos, no tomen decisiones sin consultar a la agremiación que corresponda, a FIFPRO Sudamérica… en fin, que se asesoren, que escuchen y que no tengan miedo. Todos los capitanes tienen el contacto con alguien del sindicato, en mi caso de Argentina, más allá de que la mayor parte de mi carrera la desarrollé fuera de mi país. Lo digo justamente por las experiencias personales que mencioné. Y además, hubo un componente muy humano que quiero resaltar. Stella Juncos, un domingo y en vacaciones, hasta estuvo atenta a mi viaje, cuando me junté con el presidente del club para que me pagaran. No es un detalle menor. Al contrario. Lo remarco y lo agradezco. Y espero que lo que viví les sirva de ejemplo a otros muchachos”.